Cuando la noche caía
mi soledad aumentaba
sin nadie a mi alrededor,
sin nadie que me frustrara.
Pasado el tiempo
mi vida cambiaba
sin nadie a mi alrededor,
sin nadie que me frustrara.
Y cuando menos me quise dar cuenta,
la tristeza me abundaba,
desolado en una habitación,
mi corazón se derrumbaba.
Ahora sí me doy cuenta
de las cosas que no valoramos
que cuando ya no están
Todos recordamos.
FRAN BUJALANCE
