El pasado viernes, el IES Emilio Canalejo Olmeda celebró un emotivo acto de homenaje a nuestra compañera Ávila Contreras, profesora del Departamento de Matemáticas, cuya memoria y legado permanecerán siempre en nuestro centro.
Desde su llegada al instituto en 2018, Ávila se ganó el respeto y el cariño de todos: profesorado, alumnado y familias. Quienes compartieron con ella el día a día recuerdan su pasión por la enseñanza, su capacidad para transmitir el amor por las matemáticas y, sobre todo, su enorme calidad humana.
El acto, cargado de simbolismo y emoción, comenzó con la plantación de un magnolio blanco en el patio del centro, un árbol que representa la pureza, la perseverancia y la nobleza, cualidades que todos reconocimos en Ávila. Mientras tanto, la alumna Julia Luque Cruz interpretó al piano Gnossienne nº1 de Erik Satie, creando un ambiente de recogimiento y gratitud.
Durante todo el acto estuvieron presentes más de 1.300 grullas de papel, elaboradas por alumnado, profesorado y familias de dentro y fuera de Montilla. Estas grullas simbolizan la paz y la esperanza, y remiten a una actividad que la propia Ávila impulsó en su día con motivo del Día de la Paz.
El director, Antonio Ordóñez, destacó su entrega profesional y personal:
“Desde que llegó, Ávila se ganó el respeto y el cariño de toda la comunidad educativa. Era de esas personas que, sin hacer ruido, dejan huella. Nadie se va del todo mientras alguien lo recuerde.”
Durante el acto, compañeros, amigos, antiguos alumnos y familiares compartieron palabras llenas de afecto y admiración. El Departamento de Matemáticas anunció que a partir de ahora llevará su nombre, con un azulejo conmemorativo realizado por la profesora Charo Méndez, como símbolo del amor por el saber que ella supo transmitir.
La emoción se hizo presente en las palabras de su familia, en la música interpretada por alumnado y profesorado, y en cada gesto de un acto que fue, más que una despedida, una celebración de su vida y de su legado.
Para cerrar el homenaje, se presentó un cuaderno de recuerdo que permanecerá unos días en la biblioteca del centro, para que toda la comunidad pueda dejar su mensaje. Posteriormente, será entregado a su familia como testimonio del cariño que todos sentimos hacia Ávila.
Como dijo una de las voces que cerraron el acto, citando a Isabel Allende:
“La muerte no existe. La gente solo muere cuando la olvidan. Si puedes recordarme, siempre estaré contigo.”
Y así será, Ávila. Siempre estarás con nosotros, en tu Emilio Canalejo.
