Creaciones (D)

PROYECTO MAIL ART

En el primer trimestre, los alumnos de 1º de bachillerato de artes empezamos a realizar una actividad que consistía en decorar a nuestro antojo un sobre con la única limitación de que este debía llevar consigo en la decoración la temática de los idiomas. Tópico dado por las bases del concurso propuestas por el E.O.I. Carabanchel. Para la mayoría, esta era nuestra primera vez participando en algo de este estilo.

Con esas bases en mente, cada uno nos dirigimos y compramos una serie de sobres muy variados: algunos rectángulos, otros cuadrados, blancos, de algún color… para así poder empezar a trabajar en nuestra obra de arte. Fue un proyecto que avanzamos en casa, dejando las clases para otros trabajos, esto nos lo facilitaba bastante, ya que no solo es ponerse a decorar el sobre, sino que eso requiere también tener una idea previa de lo que vas a hacer y que encima se ajuste a la temática de los idiomas. Algunos tenían la idea muy clara, otros más difusa, pero en cuanto empiezas a experimentar, la cabeza se llena de diversas ideas, ideas que seleccionando las correctas, darán un precioso resultado.

En mi caso, desde el principio quería utilizar el papel de periódico ya que es fuente de información y las letras que aparecen ya cumplirían con la temática dada. Profundizando un poco en el trabajo con el periódico, se me ocurrió forrarlo con trozos de este, aportándole un toque ‘vintage’, pero la idea seguía siendo demasiado simple. Después de esto, algo llegó a mi cabeza y dije: “¿y si de dentro del sobre se derrama el color…?”. Un sobre en blanco y negro con papeles en color que romperían esa monotonía. La idea me pareció lo suficientemente buena y original así que hice eso. Fue un trabajo complicado y lento, trabajar con el pegamento nunca se me dio bien, sumando a esto que iba a contrarreloj, la entrega estaba a la vuelta de la esquina. Con mucho esfuerzo conseguí terminarlo a horas que mejor no nombrar aquí y lo entregué al día siguiente.

Vimos que todos habíamos cumplido la temática con ideas muy distintas cada uno, utilizando diferentes técnicas.

Como todavía quedaba tiempo para tener que enviar las cartas al concurso, complementamos estas con otra actividad, crear un sello propio, realizada ya en el segundo trimestre. Para ello utilizamos una plancha de lino grabado y una gubia para perforarlo y esculpir nuestra obra, pero antes había que diseñar lo que queríamos convertir en sello.

Yo, que me encantan los videojuegos, tomé referencias de ellos, del universo (el cosmos, los planetas, las estrellas), y del concepto de la muerte (como esqueleto casi etéreo, encapuchado con una túnica rota que se desvanece y que porta una guadaña). Hice algunos bocetos, pero para hacerlos más míos, fusioné conceptos de otras ideas que me surgieron en el proceso hasta que saqué varios que eran válidos. Después, por turnos y para aprovechar bien la misma lámina de lino grabado, fuimos haciendo uno a uno su sello. Gracias a las distintas puntas de gubia que teníamos, conseguimos obtener un buen resultado, aunque he de decir que había que tener mucha paciencia para no estropearlo, dibujar con un lápiz de grafito era menos complicado que eso. Más tarde, lo separamos de los demás sellos y con unos taquitos de madera para poder cogerlos mejor, los pegamos a estos y conseguimos nuestro sello personalizado.

De nuevo, al ver los diseños de los demás compañeros, teníamos una gran diversidad de ideas en las que se reflejaban los gustos de cada uno de nosotros.

Antes de poner nuestro sello personalizado en el sobre, decidimos experimentar en papeles y formatos sueltos, ya que era nuestra primera vez, lo que llevo a el desarrollo de una nueva actividad, en la que crearíamos composiciones con el mismo o con varios sellos, además de experimentar con el color.

Una vez estábamos seguros, había que dar el paso he impregnar la pintura del sello en nuestro sobre, paso difícil, ya que estos podían llegar a ser impredecibles a la hora de dejar la pintura según en qué superficie los pusiéramos. Posteriormente, elegimos donde colocar el sello de correos y los datos que una carta cualquiera debe llevar, y enviamos todas nuestras obras de arte en un sobre conjunto. Al llegar, serían expuestas por el ya no nombrado al principio E.O.I.Carabanchel.

Nos llevamos una gran sorpresa cuando vimos nuestras obras en el Instagram @eoicarabanchel, sin duda, una muy bonita experiencia, en la que no buscas ganar, con el hecho de que tu obra sea vista y apreciada por alguien, todas esas horas valieron la pena.

Antes de terminar, dar la enhorabuena a Marta Mesa Hidalgo, por la publicación que ha hecho la cuenta de Instagram ya nombrada, enseñando su carta en una foto individualmente. Y aprovecho para dar las gracias a Mª José Bellido, por hacernos participar en esto e introducirnos en este mundillo. Quién sabe si algún día, gracias a esta primera experiencia, uno de nosotros entramos en un concurso por nuestra cuenta y ganamos algo. Así que, desde aquí, gracias.

David Navarrete (1º Bach B)

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