La clase media es una categoría socioeconómica que se encuentre entre la clase alta y la clase baja. La clase media es la columna vertebral del capitalismo y tuvo un gran crecimiento en la segunda mitad del siglo XX debido a las tensiones internacionales.
La existencia de la clase media se remonta al siglo XVIII en Inglaterra. Esta clase se hizo más evidente por factores como el dinero, la abundancia y el trabajo. En un principio estaba formada por la vieja burguesía terrateniente o “gentry”, que empezaba a destacar por el éxito en la industria, el comercio y las profesiones liberales.
La gentry apareció gracias a las revoluciones del siglo XVII en contra de la monarquía en Inglaterra. En dichas revoluciones la monarquía y el estamento aristocrático perdía poder frente a los nuevos y crecientes movimientos culturales. La gentry aprovecho esa falta de poder para entrar en el Parlamento y “hacerse con él”. Desde el Parlamento, promovieron progresivamente reformas económicas y sociales que permitiera a la burguesía acceder a las tierras (enclosure acts).

Esas reformas -y un periodo relativamente largo de paz- permitieron el crecimiento de un grupo social formado por abogados, pequeños terratenientes, comerciantes, arquitectos y escritores. Esta clase social, sin ser ricos, tenían un poder adquisitivo que les permitía votar en el Parlamento.
Una característica de Inglaterra es que la alta burguesía podía acceder a la nobleza y seguir ejerciendo su oficio al contrario que en España o Francia donde tenían que renunciar a él.
La clase media se fue desarrollando a lo largo del siglo XVIII a la par que la Revolución Industrial, actos que están íntimamente relacionados. Los mismos actos que permitieron que la clase media creciera, hicieron que apareciera la Revolución Industrial. El nuevo burgués terrateniente de clase media quería aumentar su producción en sus tierras para lo que inventó nuevos sistemas agrarios (Norfolk). El dueño de un taller quería aumentar su producción y abaratar los medios de producción, por lo que usó inventos como la máquina de vapor.
En el resto de Europa el crecimiento de la clase media por la Revolución Industrial se retrasó hasta principios del siglo XIX.
En cualquier caso, aunque eran reducidas las medidas económicas y sociales progresivas, estas hicieron que esta clase creciera.
Por otro lado, la clase media moderna nace en el siglo XX en Estados Unidos, donde la estandarización y la producción en cadena creada por Henry Ford hizo posible el abaratamiento de los costes de producción para subir el salario a los obreros. El crecimiento de los salarios buscaba que estos obreros no vieran atractiva la ideología comunista y que pudieran llevar a cabo una revolución -ahora mucho más posible- debido a la aparición de la Unión Soviética.
Estos aumentos de salario hicieron crecer el poder adquisitivo de las familias hasta el punto de poder permitirse los automóviles que ellos mismo hacían, lo que aumentó el mercado y los posibles clientes de los productos industriales.

Se fomentó una dinámica económica que favorecía el enriquecimiento de la población y una mejora en sus condiciones de vida.
Tras la Segunda Guerra Mundial, se creó el estado del bienestar para la clase media, que se convertiría en la columna vertebral del mundo capitalista que haría posible enfrentarse al bloque comunista.
La clase media fue creciendo gracias a la ganancia de poder adquisitivo de la clase baja. Las medidas de los estados liberales para reducir el tamaño de la clase baja, de donde se nutrían las ideologías más extremistas desde la aparición de la Unión Soviética y la subida al poder de los fascistas, se fortalecieron con el aumento del consumo y poder adquisitivo, lo que propició la creación masiva de la clase media. Tras la Segunda Guerra Mundial, estos estados liberales se vieron aún más comprometidos que nunca al entrar en la Guerra Fría. El bando capitalista, encabezado por Estados Unidos, sabía que con el método del siglo XIX no tenía nada que hacer contra el bloque comunista. La creación de la clase media, aparte de aumentar el poder adquisitivo de las familias y el nivel de vida, alejó a la población de la ideología comunista y de sentirse atraída por ella. También hizo crecer la economía al haber una gran clase consumidora y el acceso a estudios privados financiados por las mismas familias. Todo esto, más una gran publicidad e inversiones sociales, hizo ver en las familias de los estados liberales que poseían un mayor nivel de vida que sus enemigos comunistas, lo que llevó al declive de esta ideología.

En la década de los noventa, el mundo vio el fin de la Guerra Fría, la URSS se desintegró y el bloque comunista comenzó una transición a un sistema capitalista global. En esta época, el mundo se empezó a calmar, ya no había una gran amenaza que se cerniera sobre Occidente, ya no había temor a perder puntos estratégicos ni de una revolución nacional respaldada por grandes potencias extranjeras. Sin embargo, con el paso de las décadas, las crisis están degradando el nivel de vida de la clase media lentamente con salarios congelados y la constante pérdida del valor del dinero.

Estos hechos ya son visibles y la clase media de la que forma parte algo más de la mitad de la población española se está viendo mermada. Esto significa que habrá más gente que puede entrar en estado de pobreza. Todo esto es resultado de la falta de una amenaza que pueda acabar con el sistema capitalista global, pero nuestro gobierno, en vez de salir de esa ola de vuelta a la pobreza, prefiere encabezarla a nuestra costa. Todas las medidas tomadas históricamente para que nuestro mundo pueda llegar a funcionar correctamente son destruidas por gente incompetente e ignorante mientras nosotros no hacemos nada.
Es evidente que necesitamos un cambio histórico para que el nivel económico de la población deje que bajar, pero la pregunta es: ¿Quién será capaz de hacerlo?
Pablo Gómez Raigón (4º ESO B)
