EN ESTA ÉPOCA EN LA QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESTÁN AL ALCANCE DE TODOS, LA DIFUSIÓN DE NOTICIAS FALSAS ESTÁ CAUSANDO UN PROBLEMA EN TODO EL MUNDO
Las noticias falsas no son algo nuevo, ya se han documentado noticias falsas que fueron difundidos en la antigua Grecia. El hecho de que algo sea verdadero es muy subjetivo, ya que, en una investigación, solo hace falta descubrir un solo elemento para que todos cambien radicalmente de opinión. La realidad no es algo que exista y se tenga que encontrar, sino que, como la misma historia humana, no hay una versión veraz de lo que ha pasado, sino que se ha ido construyendo con el paso del tiempo.
Hay que señalar la diferencia entre la propaganda y bulos o noticias falsas; y es que se pueden llegar a confundir estos términos. La propaganda intenta convencerte o hacerte creer en algo, ya sea una ideología o una religión; en cambio, las noticias falsas son aquellas que buscan la desinformación de la población que las lee. Pero, ¿por qué nacen estas noticias falsas? ¿Cómo eligen sus contenidos? ¿Cómo se propagan?

Las noticias falsas son un error, un error que se propaga en una sociedad que sea adecuada para el crecimiento y expansión de ese bulo. Con la expresión “sociedad adecuada”, queremos decir que sea una sociedad en la que el inconsciente colectivo represente en ese bulo sus prejuicios, odios, temores y todas sus emociones. Para que una noticia falsa exista es necesario que esa sociedad las quiera.
Un ejemplo de esto fue un bulo que llegó a boca de todos en el que decía que en España (con fama de tener un gobierno enorme e ineficiente) había más políticos que bomberos, médicos y policías juntos. Naturalmente, eso era falso, pero la mayoría de las personas que lo vieron se lo creyó.
La historia humana está basada en las mentiras, sobre todo, con la aparición de la circulación de noticias masivas. Por culpa de ello, en los dos siglos que llevan existiendo, han provocado tres de los grandes conflictos en los que Estados Unidos se ha introducido. La prensa sensacionalista es una oportunidad para cambiar la historia, de hacer psicosis de guerra y de fabricarla y también para aumentar las ventas de forma millonaria y de hundirlas: en general, una oportunidad para hacer una circulación millonaria del dinero.
Un ejemplo lo podemos encontrar en los Estados Unidos del siglo XX, cuando un empresario que vendía copos de maíz publicó un anuncio en el que decía que no habría suficientes copos de maíz y que se acabarían (en aquel momento era el principal desayuno de los americanos) y, en cuestión de días, se convirtió en una de las personas más ricas del país.
A la vez que surgieron medios masivos de difusión de noticias nació una desconfianza hacia ellos, como si ya supieran que la verdad no estaba allí, una desconfianza que llega hasta nuestros días.
Algunas de las grandes tragedias del mundo fueron ocultadas por las noticias falsas creadas por los gobiernos de los grandes totalitarismos del siglo XX; y es que, gracias a ellas, las dictaduras nazi y soviética consiguieron hasta crear una realidad alternativa donde que lo publicado fuera verdadero o falso era algo accesorio. La historia del soldado polaco que se jugó la vida para ir de Polonia a Londres y contar todo lo que sucedía con el holocausto pero al que, al llegar allí, nadie creyó es una consecuencia de lo dicho. Y es que, en la prensa inglesa, no buscaban difundir la verdad, sino crear odio hacia los alemanes. Y, en esas circunstancias, decir que exterminaban a los judíos (clase social discriminada socialmente) no era tan grave como la noticia de que los soldados alemanes estrellaban a niños belgas contra los muros. El mundo ya no sabía lo que era verdad y lo que era mentira en el tiempo de la guerra y los soldados yanquis se llevaron una sorpresa al llegar a Alemania.
Los beneficios políticos de las noticias falsas no se han producido desde hace poco tiempo, sino que llevan siglos usándose con ese fin, pero en estos días donde las redes sociales están al orden del día la cantidades se han multiplicado y las noticias falsas superan muchas veces a las reales y son tan creíbles que han salido en medios de comunicación públicos. Sin duda, las noticias falsas usadas con fines políticos son una amenaza para el mundo en el que vivimos con un gran porcentaje de personas ignorantes y sin criterio suficiente para replantearse si algo es cierto o falso.
Pablo Gómez Raigón (4º ESO)