Covid-19. Si no oímos esta palabra 100 veces al día, no la oímos ninguna. Informativos, prensa digital y redes sociales nos bombardean constantemente con datos acerca de esta enfermedad cuando la verdad es que, por mucho que creamos saber sobre ella, en realidad, como diría Sócrates, solo sabemos que no sabemos nada. Y es precisamente ese desconocimiento sobre este nuevo virus uno de los factores que ha provocado el confinamiento de millones de españoles durante un mes.
Ahora bien, ¿cómo nos está afectando esta cuarentena?
Instagram parece estar ahora lleno de cocineros, entrenadores, cantantes y un largo etcétera de profesiones sobre las que, de repente, todo el mundo es experto. Esto no es del todo malo porque está haciendo que cambiemos nuestros hábitos e incluyamos en nuestra rutina diaria nuevas tareas que nos hacen sentir bien y para las que antes no teníamos tiempo.
Además, no sólo nos dedicamos a pintar, hacer deporte o cocinar, entre otras actividades, para distraernos sino que también dedicamos un ratito de nuestro día a estar a solas con nuestra mente; y es que, en esta situación, es más importante que nunca que nos paremos a meditar en todo lo que está ocurriendo y aprendamos a gestionarlo de forma correcta (y no hay que preocuparse si en algún momento, como diría la youtuber de arquitectura Ter, “se nos hace bola la vida” porque en internet también disponemos de psicólogos las 24 horas del día que están dispuesto a ayudarnos a sobrellevar la situación. Recordemos que hay expertos para todo). Es irónico que, estando ahora más solos que nunca, sea, a la vez, cuando más unidos estamos; y es que qué bonita sensación el ansiar todos los días que lleguen las ocho de la tarde para salir a nuestros respectivos balcones y unirnos con nuestros vecinos, a los que antes apenas veíamos, para cantar y aplaudir por todos aquellos que no se han parado para evitar que España pare (y, dicho sea de paso, para cotillear sobre quién es el vecino que saca más veces al perro al día).
Náyeli Gómez Moyano
