Exordio realizado en la clase de Oratoria y Debate para debatir sobre la desinformación.
Yo tenía un sobrino que estaba en una situación deplorable, estaba acabado mentalmente. Tenía la cabeza completamente llena de mentiras. Esas mentiras estaban poco a poco acabando con él, sin piedad ni remordimiento. Cuando hablo de estas mentiras, no puedo evitar referirme a eso que acabó con mi sobrino. Él estaba completamente obsesionado con el mundo de lo escalofriante y lo paranormal, en específico con las leyendas urbanas. Llegó a tal punto, que le tenía horror a salir de su habitación para no ser la supuesta próxima víctima de estas leyendas. Este brote psicótico que le ocurrió a mi sobrino también te puede ocurrir a ti, si continuamos brindándole cada vez más importancia y relevancia a estos temas, ser consumidos por mentiras. Soy Rocío y vengo a hablaros sobre la falsedad que encierran estas leyendas populares. Siete de cada diez usuarios recurrentes de páginas paranormales terminan teniendo brotes psicóticos similares al que nombré anteriormente, está claro que no podemos continuar así, hay que mirar por la salud mental de las personas, para lo cual, necesitamos filtrar cantidad de información errónea de dichas páginas y quitarle la innecesaria relevancia que tiene hoy en día. El 45 por ciento de la población que no consumía este tipo de contenido ni conocía estas leyendas urbanas se está interesando en ellas y defendiendo su veracidad, para lo cual, está demostrado por prestigiosas universidades como la universidad de Harvard, que no existe ningún tipo de evidencia científica que pruebe de forma cien por ciento científica que estos seres paranormales existen. Además, si necesitan ustedes una segunda opinión de otro campo como es la psicología, yo la se las puedo brindar. La universidad de Barcelona cita textualmente lo siguiente: los encuentros con fenómenos paranormales se realizan en base a la percepción la cual se construye a partir de nuestras expectativas necesidades y creencias. Lo cual deja totalmente en evidencia la realidad detrás de estas supuestas leyendas. Nosotros lo idealizamos, pero, nos son reales. Así que si no quieren que le ocurran lo mismo o algo similar que le ocurrió a mi sobrino, no creas en todo lo que ves. Muchas gracias.
Rocío Morales Lozano. 1º ESO
