La palabra filosofía proviene del griego, philos (amor) y sofos (sabiduría). Así que literalmente, los filósofos son amantes de la sabiduría, buscan la verdad. Pero, los sofistas no creían en una verdad, entonces, ¿son filósofos los sofistas?
Voy a dar los motivos por los que los sofistas sí son filósofos y, además, por qué tienen una mala imagen la cual no se merecen.
Primero, lo más importante para comprenderlos es conocer el contexto en el que surgieron. En el siglo V a. C, los espartanos conquistaron Atenas e instauraron un gobierno que destacaba por su tiranía. Entonces, el pueblo se rebeló y gracias a su determinación y la fuerza de su unión, consiguieron instaurar un gobierno democrático en la polis en el que los ciudadanos se vieron en la necesidad de aprender a defender sus intereses e ideales. Por esto, surgieron los sofistas, que cobraban por enseñar a los atenienses a persuadir.

Los sofistas eran escépticos, por lo que no creían en una verdad absoluta y defendían el convencionalismo de las leyes. Así que, no creían que estuviera mal enseñar a las personas a defender su verdad, independientemente de cuál fuera. Esto es algo que chocaba con la opinión de otros filósofos tan importantes como Sócrates y hace que sean recordados como interesados, ya que muchos actualmente siguen con estas prácticas consideradas poco morales por unos y alabadas por otros.
Entonces, los sofistas sí son filósofos y no solo eso, son los más racionales. Porque ellos mismos ya admitían que no podían llegar a esa verdad, y esa es la verdadera esencia del amor por el saber, comprender su variedad y ver la belleza que hay en ello. Eso ellos ya lo hacían, apreciaban las diferentes verdades y brindaban herramientas a los que no las tenían para poder exponerlas con propiedad y conseguir aparentar ese saber y triunfar con la elocuencia. Además, de ser capaces de reconocer sus habilidades y vivir de ellas, un concepto muy interesante y que a día de hoy ya se encuentra normalizado, lo que ellos hacían bien podría compararse con el trabajo de un abogado o el de un profesor.
Lo que hace que ellos continúen con esa reputación de interesados es la imagen romantizada de figuras como la de los artistas o los filósofos hasta el punto de creer que por ellos disfrutar y tener predisposición para lo que hacen, ya no merecen cobrar por su trabajo.

Los sofistas fueron capaces de cambiar la imagen de los filósofos y continúan destacando por esa percepción tan diferente a la que solemos tener de estos académicos. Además de demostrar que ellos son unos artistas del saber consiguiendo ver esa belleza tan especial que tiene.
Elena Ocaña Ordóñez (4º ESO)

 
																		 
																		 
																		 
																		 
																		