Por Javier Quijada López.
Esta mañana sobre las 9:30 h hemos estado en la Finca (La Teja) perteneciente al paraje “El Monte” en los viñedos donde se encuentran las cepas en sistema de conducción en vaso , de donde obtendremos la materia prima para la elaboración de uno de los vinos objeto de la línea de investigación del proyecto Dualiza en colaboración con Bodegas Doblas, y más tarde estuvimos también en la finca (El Montesillo), donde se encuentran las cepas en espaldera de la que obtendremos las uvas que darán lugar a otro vino, con el fin de comparar resultados en los análisis de los caldos que se obtengan de las uvas procedentes de cepas con uno u otro sistema de conducción.
El fin que nos ha traído hoy a dichos viñedos, no ha sido otro sino el comienzo del muestreo y seguimiento de la uva.
La toma de muestras, ha sido llevada a cabo por Juan José Gallego, profesor de Alimentaria en IES Emilio Canalejo Olmeda, Javier Quijada López, estudiante de 2º de CFGS de Vitivinicultura, y Ricardo Osuna Gutiérrez, estudiante de Doble Grado de Alimentaria y Enología, acompañados de D. Antonio Doblas Martos, Gerente y propietario de Bodegas Doblas, y dueño de los viñedos en cuestión.
El muestreo en la finca (La Teja), se ha llevado a cabo de las uvas procedentes de las cepas plantadas en la parcela que seleccionamos el pasado día 21 de junio, tomando bayas de las cepas en zigzag a lo largo de dos o tres calles en la parte alta, media y baja de la parcela para que la muestra sea lo más representativa posible.
También en la finca (El Montesillo), hemos cogido bayas a lo largo de hileras de distintas cepas seleccionadas en zigzag, pero en este caso, solamente de la parte alta y de la parte baja de la parcela.
Ya en el laboratorio, con ayuda de un refractómetro, hayamos los distintos grados Bé de los mostos representativos de las distintas zonas de los viñedos, determinando así, la concentración de azúcares que presenta cada uno de los diferentes puntos de las plantaciones.
En el caso de la finca (La Teja), la cantidad de azucares expresada en grados Bé en las distintas zonas con una temperatura del mosto de 26,9ºC, indica que en la zona baja y media de la parcela, la concentración es similar, presentando una cantidad menor en la zona alta de la misma, posiblemente debido a la ubicación y orientación, que en su caso, dispondría de una menor insolación.
Por otra parte, en la finca (El Montesillo), con una temperatura del mosto representativo de 25,2ºC, la mayor concentración la encontramos en las uvas procedentes de las cepas de la zona alta del terreno seleccionado, al encontrarse estas más expuestas al sol que las de la parte inferior.
Con el resultado expresado en el refractómetro, deducimos que la uva se encuentra casi en el estado óptimo de maduración para vendimiar y elaborar los vinos deseados que buscamos en este proyecto, aunque aún tiene que aumentar esta graduación, ya que para la obtención del vino deseado, debe haber una cantidad de azúcares suficiente para que mediante su metabolización por parte de unos microorganismo llamados “levaduras” , se realice la fermentación del mosto “vinificación”, obteniendo asi el volumen alcohólico requerido en el producto final.
Los resultados han sido registrados y así procederemos en adelante hasta alcanzar los grados Bé requeridos, determinando así el momento exacto de la vendimia.
El próximo día 6 de septiembre, volveremos a muestrear y comprobar la evolución de la maduración de la vendimia.
En la elaboración de dichos vinos, se realizarán los registros de todos los procesos llevados a cabo, con el fin de disponer de una adecuada trazabilidad del producto terminado.