Si en el rosal del recuerdo en flor,
La vaga mariposa, esta tarde
Se posa y enciende en la rosa que arde
Desde un suspiro el fuego del amor;
Si en los albores del triste ocaso,
Mustio aquel sol tras de la sierra arde
Y oculta su tristeza a la cruel tarde,
No temas acudir presto al Parnaso
No retires tus huestes, dulce amante,
Rendido en la batalla, y cobarde.
Sigue la senda hermosa del honor.
Más allá, presta y anhelante,
Te aguarda la que un día en un alarde
Gentil y galante entregó su amor.
Javier Sánchez
