El pasado 31 de octubre los alumnos de 1º del CF de GM de “Aceites de oliva y vino” y de 1º del CF de GS de “Vitivinicultura”, acompañados por dos de sus profesoras participaron en la primera de una serie de rutas organizadas por la “Ruta del Vino Montilla Moriles”

Partimos en bus rumbo a la Sierra de Montilla donde además de contemplar el bello paisaje que ofrece esta zona visitamos 3 de sus lagares emblemáticos, regentados por familias de gran tradición vitivinícola.

En Los Raigones, Ángela desde una de sus viñas centenarias, explicó las características del suelo de albariza, de la variedad Pedro Ximénez y del cultivo en vaso que van conformando lo que serán los vinos de esta zona.

Unos pasos más allá, en la bodega de tinajas del Lagar la Primilla, nuestros alumnos pudieron ver las levaduras aún activas en el velo de flor y probar el vino del año, así como su característico “Eterna Sonrisa” que con tan sólo 4 grados pretende conquistar el paladar del público más joven.

Algo más distanciado se encontraba el Lagar “Cañada Navarro” donde uno de los propietarios, Santiago Jiménez con su nuevo proyecto “insensatos” habló de la apuesta que han hecho al elaborar separando las uvas de distintas parcelas y obteniendo así vinos más florales, otros más salinos o más afrutados. También, de otra pequeña producción que hacen llamada “la condena”, ya que se elabora con la última vendimia de una viña que será arrancada en breve.

No faltó parte cultural en la ruta, ya que la zona también es rica en ello. El bus nos llevó hasta la cercana Monturque, también dentro de la DOP, donde hicimos una visita guiada con un arqueólogo que nos mostró el gran tesoro arqueológico que son las cisternas romanas, bajo su singular cementerio. Tras este viaje al pasado, repusimos fuerzas y comenzamos una ruta a pie entre olivos centenarios, y alguna que otra viña, hasta llegar a Moriles, donde Antonio, cuarta generación al frente de la bodega “El Monte”, nos esperaba para completar este recorrido por los vinos de Montilla Moriles, hablándonos de la crianza de estos vinos. Como la experiencia es lo mejor para no olvidar algo, acabamos con una cata de 3 de los finos que producen; “los  Naranjos”, “Fino Cebolla” y su última apuesta dentro de la línea “Ximenium” un fino, mezcla de  botas de la bodega con otras botas del lagar Los Naranjos, también propiedad de la familia.

Y con este buen sabor de boca volvimos a Montilla.