En la sociedad actual, el conformismo es una tendencia preocupante que afecta la manera en que las personas piensan y actúan en diversos aspectos de la vida. Este fenómeno, descrito por José Ortega y Gasset en el primer capítulo de su libro «La rebelión de las masas», reflexiona sobre cómo las personas pueden perder su individualidad y adoptar comportamientos y creencias simplemente por seguir la corriente de lo establecido.

Ortega y Gasset plantea que “la masa” lleva al conformismo, donde las personas pierden su identidad única. Esto es relevante hoy en día, especialmente en las redes sociales, donde vemos cómo muchos adoptan opiniones solo porque son populares o aceptadas por la mayoría. Este comportamiento refleja una falta de pensamiento crítico y una tendencia a seguir las normas sociales sin cuestionarlas.

Un ejemplo de este fenómeno es el famoso experimento de Solomon Asch sobre la conformidad. En este experimento, los participantes enfrentaron la presión del grupo al tener que decidir cuál de varias líneas era más larga. Aunque la respuesta era obvia, muchos participantes cambiaron su respuesta para coincidir con la mayoría, demostrando cómo la influencia social puede llevar al conformismo incluso en decisiones simples y evidentes.

El conformismo puede tener impactos significativos en la sociedad. Por un lado, puede llevar a la uniformidad de pensamiento y a la falta de innovación. Si todos aceptan las mismas ideas y perspectivas, es difícil generar cambios significativos o resolver problemas, ya que las personas pueden renunciar a sus propias creencias y valores en favor de la aceptación social.

En el ámbito estudiantil, el conformismo también puede ser evidente. Muchos estudiantes pueden seguir las mismas carreras o aspiraciones que otros simplemente porque son consideradas populares o convencionales. Es natural estar influenciado por las opiniones y valores de otros, pero es crucial mantener un sentido de autonomía y pensamiento crítico.

Para eliminar el conformismo, es esencial fomentar un ambiente que valore la diversidad de ideas y perspectivas. Esto implica promover el pensamiento crítico desde una edad temprana, el debate, y la individualidad.

En conclusión, el conformismo está muy presente en la sociedad actual, sin embargo, es esencial reconocer su impacto y promover una cultura que fomente la autonomía y el pensamiento crítico. Al hacerlo, podemos cultivar una sociedad más diversa y  creativa, donde cada individuo tenga el espacio y la libertad para desarrollar su propio potencial único.

Irene Muñoz Rey

2º Bachillerato A