Esta es la cuarta entrega de A verso y medio de distancia.
La niebla ha amanecido hoy para teñir de melancolía la ciudad. Los poemas toman vida y se adueñan de los parques y jardines entre la bruma y la ensoñación. Lugares mágicos se detienen al sonido de los versos y atentos se unen en un abrazo imposible pero anhelado. Una vez más la palabra y la vida se unen y se acercan hasta un improvisado auditorio entretejido en las redes.
Espero que os guste y, como siempre, si os apetece, hacéis comentarios.
Javier Sánchez Madrid

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