El pasado jueves 21 de abril de 2022, el alumnado de 1º de Bachillerato de Ciencias tuvo el privilegio de visitar el único centro de almacenamiento de residuos radiactivos español, que está preparado para materiales de media y baja y muy baja actividad radiactiva. Se trata de El Cabril, ubicado en el término municipal de Hornachuelos. Los residuos que allí se almacenan proceden principalmente de las instalaciones hospitalarias, los centros de investigación, la industria de la agricultura y del desmantelamiento de las centrales nucleares de nuestro país. El primer paso es almacenar estos residuos en bidones de 220 litros con un tercio de material radiactivo y dos tercios de cemento.
Todos estos residuos se ubican en el complejo, que inicialmente era una vieja mina de uranio, y que en la actualidad es gestionado por Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos). Nuestro grupo fue bien acogido por parte de nuestra guía, y pudimos disfrutar tanto de un desayuno a la llegada como de un almuerzo a la despedida de nuestra visita.
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El Cabril dispone además de oficinas, laboratorios, una incineradora, una piscina de agua y un depósito ciego para posibles filtraciones. Se trata de un centro muy cuidado, y que nuestros alumnos pudieron visitar mediante un tour guiado por el interior de dichas instalaciones.
La zona de almacenamiento de residuos está formada por dos plataformas a prueba de seísmos: la zona norte con 16 celdas (todas llenas y selladas y la sur con 12 (solo quedan 4 por llenar). Estas celdas se alinean en dos plataformas con sendos pasillos interiores y una red de pasillos en la zona inferior para tener un control exhaustivo de posibles filtraciones de agua. Cada una de estas celdas es capaz de almacenar 320 contenedores y cada contenedor tiene capacidad para 9 bidones. Los contenedores son trasladados por camiones especiales desde la unidad de acondicionamiento hasta la celda correspondiente. Estos se detienen a la entrada y con un sistema de grúas se colocan los residuos encima de cada celda. Todas las maniobras se realizan de forma remota desde el centro de control de las instalaciones, y que nuestros alumnos pudieron ver en primera línea cómo se realizaban estas operaciones en dicho centro de control.
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Una vez completas las celdas se recubren de hormigón. Cuando las dos plataformas se completen, se recubrirán de una capa de material impermeable de dos metros de grosor y tierra fértil. El resultado final acabará siendo una pequeña colina sobre la que se plantará vegetación autóctona de la zona. El Cabril puso a nuestra disposición la sala de información, donde se pudieron ver numerosas maquetas explicativas de todo el proceso de gestión de los residuos, tanto de media y baja intensidad como los de muy baja intensidad.
Nuestro alumnado pudo experimentar con los dispositivos de control de contaminación radiactiva a los que se tienen que someter los trabajadores de la planta cada vez que entran y salen de la zona de riesgo. Las medidas de seguridad están muy cuidadas. Como dato curioso, la suma de la radiación recibida por todos los trabajadores de la planta en un año es inferior a la que recibe una persona cuando se hace una radiografía.
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Profesorado acompañante: María Inmaculada Cruz Aguilar, Carmen Ordóñez Luque y Antonio Ordóñez Águila.