30 octubre, 2025
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Opinión Periódico Digital ECO

POLÍTICA vs APOLÍTICA

Vivimos en una sociedad que cada vez se muestra más apática y descontenta en lo relativo a la política. Una sociedad que, paradójicamente, conforme más avanza hacia el desarrollo tecnológico, más “retrocede” en cuanto a mentalidad.

La globalización hoy en día es una realidad. Las fronteras entre los países (en cuanto a comunicaciones, transportes, etc.) parecen “desdibujarse” cada vez más; no obstante, la humanidad, con su habitual carácter reaccionario, se empeña en crear barreras de desconfianza y odio para frenar los efectos de esta nueva coyuntura internacional (véase, por ejemplo, el caso del Brexit). Este deseo de aislamiento mal llamado “nacionalismo” no es más que un afán destructivo condenado ineludiblemente al fracaso (así lo muestran los precedentes históricos: véanse los primeros años de la dictadura Franquista en nuestro propio país, durante los cuales la política autárquica del Régimen llevó a una enorme crisis económica). 

Se trata de construir estrategias basadas en el trabajo duro y colectivo para buscar el desarrollo, siempre teniendo en cuenta el cambiante panorama internacional y la realidad de nuestra sociedad, y no de refugiarse en utopías bellas pero imposibles: actualmente, la nación que no “abra sus puertas” al mercado global, está destinada a la ruina.

En segundo lugar, es una obligación que los ciudadanos tomen consciencia de la importancia que posee la política como potencial arma de mejora de la sociedad. Tristemente, es habitual escuchar presumir a gran cantidad de personas de no interesarse en lo más mínimo por la situación política de nuestro país: las mismas que alardean de no ir a votar por pereza, son las que hacen posible el triunfo de partidos anti sistema que de otro modo, no habrían gozado del más mínimo protagonismo. Es irónico que el voto, derecho fruto de cientos de años de lucha de nuestros antepasados, y crucial en el devenir de las civilizaciones, lo despreciemos con nuestra indiferencia ahora que lo tenemos.

Es evidente la necesidad de formar a personas activas, comprometidas e interesadas por la situación política de su país. Personas que, en caso de descontento con los partidos tradicionales, en vez de optar por la “antipolítica” (votando a partidos extremistas que no transmiten la visión aperturista, constructiva, necesaria en los tiempos que corren para el desarrollo de la humanidad), sepan construir por sí mismas alternativas viables que mejoren en mayor o menor medida al mundo.

En resumen, muchos de los males que amenazan a la política en la actualidad, no son nuevos, sino que ya han existido (caso del nacionalismo exacerbado) anteriormente en la Historia de la humanidad y se combaten educando a personas altruistas, conscientes y activas en el uso de una política aperturista que permita el desarrollo colectivo.

José María Núñez Portero

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