En esta fotografía se observa una fosa común donde se entierran a los fallecidos por Covid-19. Esta imagen concretamente, es de Nueva York. Solo con la imagen y la forma en la que enterraba a los fallecidos, se puede deducir la cantidad de muertes, de enfermos y el gran descontrol que había en el mundo. Para ser justos, hay que decir que la culpa de todo este caos no la ha tenido nadie en concreto, por el hecho de que nadie sabía que del contagio de una persona por Covid-19, se iba a generar una pandemia. Nadie hubiera sabido gestionarlo para que no saliera el país duramente afectado. De hecho, todos los países han sido golpeados por este virus, del que hace apenas un año no teníamos idea.
Es curioso pensar que de algo, que ni siquiera se puede ver a simple vista, nos haya cambiado la vida radicalmente. Creo que ahí se muestra lo vulnerables que podemos llegar a ser los seres humanos.
Con respecto a la forma en la que enterraban a los fallecidos, creo que debe ser muy duro a nivel emocional no poder despedirte de un ser querido tuyo, hasta el punto de no poder ni siquiera verlo cuando está ingresado.
En el caso de los españoles, nos encerraron un 13 de marzo sin saber que no volveríamos a tener una vida normal, sin miedo a contagiarte, sin límite de horario, sin llevar mascarillas, en resumen, sin tener la vida a la que estábamos acostumbrados. El confinamiento trajo cosas buenas pero también cosas malas. La curva de contagios bajó considerablemente, y para el medio ambiente, se redujeron las emisiones de CO2. Lo que demuestra que somos los humanos los que nos cargamos nuestro propio planeta. También trajo cosas malas, el cierre de muchos locales, gente que se quedaba sin trabajo, el descontrol de la educación y, una de las consecuencias más importantes, el gran impacto en la economía.
Este año, también han ocurrido protestas, manifestaciones, incendios devastadores, muertes injustas e inesperadas. Es un año que todos vamos a recordar amargamente.
Sin dudas, el 2020 ha sido y es un año de total locura. Han ocurrido cosas que en la vida hubiéramos imaginado. Aunque, a veces, tienen que pasar cosas de este tipo para darnos cuenta de lo que tenemos a nuestro alrededor.
Personalmente, creo que ha sido un año muy duro, tanto por las cosas que han pasado, como emocionalmente. Va a costar mucho recuperarse. El confinamiento para muchos ha sido muy perjudicial, ya sea por la situación económica, psicológica o familiar. Nos va a costar volver a nuestra normalidad o, probablemente, nunca la recuperaremos del todo. Pero hay que intentar ser optimistas, aunque en estos tiempos, sea difícil.
Silvia Rodríguez Márquez